Lupe había echado mano de las mismas armas que utilizara en sus primeros días de bataclana y el resultado no se hizo esperar. Los hechos parecían repetirse con una increíble similitud, con la diferencia de que no cualquier desconocida podía presentarse en el moderno y lujoso Music Box Theatre de Hollywood, perteneciente al circuito de variedad más difícil de penetrar de los Estados Unidos y administrado por el actor y empresario Carter DeHaven. En el transcurso de una semana, el éxito de Lupe era colosal. El público norteamericano había quedado desconcertado, no propiamente ante su deficiente técnica de bailarina y cantante, sino ante la vitalidad fresca de su fogosidad, que "sólo puede compararse a un motor eléctrico de un millón de caballos. ¿Quién la puede detener? ¿Quién puede resistir a un huracán tropical, cargado de millones de voltios y amperios, e impelido por una fuerza invisible pero irresistible?".
Gabriel Ramírez en Lupe Vélez: la mexicana que escupía fuego;
el entrecomillado cita a Martín Rivas en la revista Cinelandia publicada en julio de 1928.
La portada es de la edición en español correspondiente a julio de 1928 de la revista Cinelandia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario