miércoles, 13 de marzo de 2024

Variety: CANCIÓN DE AMOR es una película dominada por Lupe Vélez

"Las risas incluyen una batalla de slapstick entre un afeminado maestro de urbanidad y la soubrette Lupe Vélez."

Buena, pero no excelente, es esta película dominada por Lupe Vélez, la novedosa y refrescante figura de origen mexicano. Griffith ha manejado esta historia con muy poco de su antigua maestría, pero con un ojo puesto en la nueva moda del sex appeal que seguramente incrementará la presencia del público en taquilla. Posiblemente, Canción de amor (Lady of the Pavements) sea la pelícla que más dinero le produzca a Griffith en muchos años. No añadirá nada a su prestigio de artista, pero en cambio le reportará mucho enla taquilla.

Lupe Vélez lo tiene todo en la película y nueve de cada diez close ups son suyos, a pesar de ser la tercera en el reparto. Obviamente, y con buenas razones, United Artists está explotando a Lupe por el método del spotlight, que es el más rápido de todos. Canción de amor es apenas su tercera o cuarta película importante, pero ésta debe colocarla en el estrellato. De toda una sarta de señoritas de ascendencia española, latina o mexicana, ella y Dolores del Río son prácticamente las únicas que han llegado a destacar. Originalmente, Sam Taylor iba a dirigirla y tenía lista toda la adaptación cuando fue cambiado a otra película. El argumento es muy compacto, bien conectado y bastante ágil en su ritmo. Dura 90 minutos, que es tal vez demasiado, pero es más o menos el promedio para producciones con pretensiones como ésta. La canción, escrita por Berlin, se oye a lo largo de todo el filme, casi siempre cantada por la señorita Vélez.

William Boyd, muy guapo y juvenil en su uniforme de militar pru- siano, tiene pocas oportunidades, que ha de ser la queja de todo el reparto, con excepción de Lupe. Albert Conti, especialista en esta clase de papeles, actúa sutilmente como el chambelán de Napoleón III. Conti parece tener en Hollywood la misma condición utilitaria de Adolphe Menjou antes de que Una mujer de París (A Woman of Paris; Chaplin, 1923) lo elevara al estrellato. En otra época hubieran llamdo a Menjou. Ahora echan mano de Conti. Las risas incluyen una batalla de slapstick entre un afeminado maestro de urbanidad y la soubrette Lupe Vélez.


Land, publicado en Variety el 13 de marzo de 1929.

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