Mientras Lupe Vélez permanecía en Londres, durante el verano de 1936 participó en los ensa- yos de la comedia musical Transatlantic Rhythm, destinada a ser la primera aventura empresarial del rumano Felix Ferry, dedicado antes al montaje de pequeñas revistas en cabarets de Londres y la Riviera francesa.
Aunque la obra, desde antes de su presentación el 1 de octubre en el teatro Adelphi, tuvo que vencer algunos desagradables conflictos, todos ellos de índole económica. Para comenzar, el abogado A. L. Berman, representante de Ferry, declaró que el costo de 110 mil dólares había sobrepasado en mucho los 80 mil originalmente destinados. El gasto adicional, a decir de Ber- man, se debía a las seis semanas que duraron los ensayos y a la gira que se llevó a cabo, previa al estreno londinense, iniciada en Manchester el 12 de septiembre. Ya en Londres, el escándalo pare- ció complicarse cuando los miembros de la compañía se negaron a salir hasta que no les pagaran sus salarios atrasados y el público que llenaba el Adelphi comenzó a protestar por la tardanza. El caos entre bambalinas era porque el grupo se había dividido y algunos querían actuar sin cobrar, mientras otros se negaban a hacerlo. El joven empresario James Donahue, uno de los herederos de la cadena Woolworth, se negaba a gastar más dinero del que ya le había costado la obra y amenazó con abandonarlo todo, cancelando la presentación y echando por la borda los 110 mil dólares que le había costado.
La cantante Ruth Etting encabezó a los que se negebana a salir, mientras que Lupe trataba inútilmente de calmar los ánimos pidiendo silencio y subiéndose a una silla se puso a cantar nada menos que "Oh, dulce misterio de la vida, al fin te he encontrado". Harry Stafforf, autor de las orquestaciones, mandó callar a Lupe y gritó que iba a arrojarlos a todos por la ventana. En la calle, mientras tanto, un buen número de bobbiesn trataba de imponer el orden y contener a la muchedumbre que comenzaba a aglomerarse en los alrededores, e incluso a colarse entre los actores, lo que provocó mayor confusión. Desesperado y sudoroso, el comediante Lou Holtz exclamó que "después de estar en este show por dos semanas, lo mejor será largarme a España para unas buenas vacaciones". Donahue, visiblemente molesto, se negaba a hablar con nadie al tiempo que Etting decía que era el colmo que Donahue, heredero junto con su prima Barbara Hutton Haugwitz-Reventlow de la inmensa fortuna de Woolworth, le debiera aún 1,500 dólares de su salario; agregando que estaba dispuesta a regresar a Broadway en el siguiente barco si Donahue no saldaba su deuda con ella. Este abrió por fin la boca, y gritó que jamás volvería a poner un solo centavo en la obra de nadie.
Gabriel Ramírez en Lupe Vélez: la mexicana que escupía fuego (página 109).
Las ilustraciones corresponden a una postal en colores del teatro Adelphi, en Londres,
Las ilustraciones corresponden a una postal en colores del teatro Adelphi, en Londres,
donde se estrenó el 1 de octubre de 1936 el musical Ritmo Transatlántico, y a la portada del programa de la obra.
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