sábado, 9 de septiembre de 2023

DeMILLE RECORDABA A LUPE VÉLEZ COMO NATURICH


Era 1931 y a Lupe le encomendaron el papel de Naturich en El prófugo, una piel roja de Wyoming que se suicidaba al final de la película -algo que los supersticiosos habrían inferido como una señal premonitoria-. Ella se veía hermosa, con sus largas trenzas a la usanza india, portando collares, pulseras y botas altas, demostrando que sabía montar, como ya lo había hecho en El Gaucho. Poco antes de comenzar el rodaje, un ejecutivo de la compañía aseguradora consultó con De Mille la posibilidad de cancelar el proyecto porque no tenían esperanzas de poder siquiera recuperar lo invertido. Éste le respondió que de suspenderla se perdería lo mismo por todos los salarios y gastos que estaban obligados a cubrir de acuerdo con los contratos firmados. El Prófugo terminó de filmarse y, en efecto, significó una pérdida de ciento cincuenta mil dólares.

Con la minuciosidad de un relojero suizo, dueña del tiempo, la vida va tejiendo una compleja telaraña con las decisiones y circunstancias de cada individuo, en la que éste se irá enredando a medida que transcurra su propia existencia. Cuatro años y una docena de películas después de haber llegado a Hollywood, a Lupe se le presentó la oportunidad de trabajar con el hombre en cuyo honor habían denominado el concurso que había marcado su fracaso primigenio en el cine. DeMille recordaría en sus memorias a la vivaz Lupe Vélez, en el papel de la mujer india.

Jules Etienne

Las ilustraciones corresponden a Lupe Vélez con Cecil B. DeMille durante el rodaje de la película y a un fotograma de El prófugo en el que aparece montando a caballo.

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