Harald Ramond llegó a temprana hora, antes que todos. Se hincó frente al ataúd, se persignó rápida- mente y salió para evitar un encuentro con Johnny Weiss- muller, pues no quería tener ningún altercado físico con él, quien había amenazado públi- camente con golpearlo si lo encontraba.
La prensa comentó que Gary Cooper no estuvo presente, ni en la capilla de la Resurrec- ción de Cristo en el Forest Lawn Memorial Park de Glen- dale, ni en la capilla de la a- gencia funeraria Cunningham y O'Connor de Los Ángeles.
Moisés Vázquez Corona en Lupe Vélez, a medio siglo de ausencia (página 76).
La ilustración corresponde a una fotografía de Harald Ramond,
solitario, frente al ataúd de Lupe Vélez, el 21 de diciembre de 1944.
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