(Fragmento del capitulo 4: ... Y se hizo el sonido)
La efímera naturaleza del éxito suele cosechar improvisación y Hollywood siempre ha sido
propenso a mirarse en el espejo distorsionado de la fugacidad. Al vapor de la
taquilla, los estudios armaron una nueva producción con el fin de aprovechar la
mezcla de asombro y curiosidad que Lupe había suscitado entre los espectadores:
Jania es una joven griega, con un rostro de frescura adolescente; el héroe es
un militar inglés mucho más alto que ella, de manera que cuando están juntos se
ve como una frágil muñequita a su lado; su pecho lleno de collares se inflama
ante la proximidad del hombre que ama y cuando se besan el encuadre tiene que
hacerse con ambos rostros horizontales, ella mirándolo desde la parte inferior
de la pantalla y él sujetando su cara con la mano izquierda al momento de
acercar sus labios; Jania tiene los ojos negros, como lo hace notar el bandido
que intentará violarla; es una mujer enamorada, ingenua y hermosa, otra vez,
como ya lo había sido en El Gaucho,
como lo seguiría siendo después en tantas películas.
Jules Etienne
La ilustración corresponde a Rod La Rocque y Lupe Vélez en un fotograma de la película Bésame (Stand and Deliver, 1929).
La ilustración corresponde a Rod La Rocque y Lupe Vélez en un fotograma de la película Bésame (Stand and Deliver, 1929).
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