jueves, 15 de febrero de 2024

LA DIABLILLA MEXICANA (Mexican Spitfire): el personaje que definió la carrera de Lupe Vélez


Cuando la RKO Pictures estrenó una comedia menor titulada La señorita ciclón (The Girl From Mexico), en junio de 1939, sus ejecutivos no tenían planeada una secuela. Sólo se trataba de una producción de bajo presupuesto que llevaba a Lupe Vélez en el papel estelar, acompañada por el veterano cómico Leon Errol, entre otros.

Más allá de su sorpresivo éxito en taquilla, la película obtuvo el inesperado respaldo de la crítica que, si bien por una parte la advertía como lo que realmente era -un mero divertimento sin mayores ambiciones-, por la otra, exaltaba sus cualidades. Frank S. Nugent en las páginas del New York Times señalaba que "En La señorita ciclón aparece «loopy» Lupe Vélez rebosante de alegría y coquetería luciendo todo su talento natural...", en tanto que Variety publicó una nota que consignaba: "La señorita ciclón tiene un magnífico reparto, una excelente dirección y una buena producción general que hacen sobrepasar su costo. Parece también que va a ayudar a Lupe Vélez a recuperar el terreno perdido..."

Pero sobre todo, sería el entusiasmo del público ante las aventuras de la joven mexicana trasplantada desde la simplicidad campirana a la tumultuosa Nueva York y, requisito indispensable, enamorada del joven que la había convencido de emprender semejante aventura, lo que impulsó a sus productores a filmar de inmediato una primera secuela a la que seguirían otras cinco, hasta agotar todas las posibilidades que permitió el serial.


Así fue como La diablilla mexicana (Mexican Spitfire), repitiendo director y reparto -bajo la misma fórmula de su predecesora para apelar de nuevo a la aceptación del público y la benevo- lencia de la crítica-, llegó a Nueva York para su première el 9 de enero de 1940, y a todas las pantallas tres días después. En México se estrenaría en el cine Olimpia hasta el 15 de febrero (hoy hace ochenta y cuatro años). Sin embargo, la mayor repercusión que tuvo para la carrera de Lupe Vélez, fue que le proporcionó el mote con el que se le reconocería durante el resto de su vida: The Mexican Spitfire, que equivale a «la mexicana que escupe fuego», en nuestra lengua. Como todavía es conocida hasta hoy, ocho décadas después.

Jules Etienne

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