viernes, 26 de mayo de 2023

UNA FIESTA EN HOLLYWOOD: Los desvaríos del gran Scharzan



Una fiesta en Hollywood, la película que se exhibe ahora en el Rialto, es probable que haya sido muy divertida cuando se filmaba, pero al llegar a la pantalla no es poca la decepción. En cierto momento es rescatada por Walt Disney, quien contribuye a la mezcolanza con su dibujo animado en color llamado Los soldados de chocolate. Sin embargo, los señores Laurel y Hardy, con la ayuda de la impetuosa Lupe Vélez, provocan verdaderas carcajadas al ponerse a romper huevos en forma disparatada.

También Charles Butterworth obtiene el mayor provecho de sus escasas oportunidades, pero Jimmy Durante como el gran Scharzan o como él mismo, no resulta gracioso, excepto en las escenas en las que se enfrenta a un león. Tampoco las payasadas de Jack Pearl resultan al menos ligeramente cómicas.

Todo el asunto se refiere a un sueño relacionado con una fiesta de Hollywood. Al final se entiende que se trata de una pesadilla de Durante ocasionada por la lectura de un libro sobre Tarzán. La película incluye muchas canciones pero ninguna de ellas memorable, excepto la que acompaña la contribución del señor Disney.

Un episodio que vale el vistazo es aquel del mayordomo golpeando al señor Hardy en la cabeza cada vez que se atreve a llamar con el inusual timbre de la puerta. Polly Moran también hace un esfuerzo, pero su tarea es ingrata.


Mordaunt Hall en The New York Times, publicado el 26 de mayo de 1934.

(Traducido del inglés por Jules Etienne)

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